Una mirada crítica: “lo primero es no hacer daño”

“Lo primero es no hacer daño”, esa es la premisa universal para el reto que enfrentan los hospitales y clínicas en el tema de Seguridad del Paciente y sin dejar de lado las estadísticas, se estima que en Latinoamérica la relación es de doce eventos adversos por cada 100 pacientes, revelándose con hechos una realidad crítica: los pacientes sufren daños todos los días, en todos los países del mundo durante el proceso de atención en salud.

Es así como la Seguridad del paciente gira en torno a la detección y prevención de cualquier situación que ponga en riesgo la integridad de una persona con necesidades de atención en salud dentro de la institución. Los eventos adversos generan al paciente un daño no intencional, discapacidad e incluso hasta la muerte y pueden ser el resultado de diversas condiciones en común, por ejemplo: dificultades en financiación, estructuras o procesos débiles, errores humanos, oportunidad en la atención, acceso a la información, comunicación inefectiva, etc. Las soluciones a esta problemática están dirigidas al nivel donde se pueda evitar que los errores humanos alcancen al paciente y es en este punto donde cada integrante del personal de salud debe preguntarse ¿Cómo puedo aportar a la atención segura de mi paciente?.

Hoy en día, las soluciones para mejorar la seguridad del paciente requieren aumentar las competencias del personal en atención segura, identificar los riesgos que están latentes en las áreas de trabajo, implementar protocolos propios que potencien la prevención de los eventos adversos, insertar nuevas tecnologías y llevar indicadores de resultados que reflejen la adherencia del equipo a la cultura del Seguridad del Paciente; pero nada de esto funciona sin la participación y el compromiso de cada integrante del equipo de trabajo.

Trabajar por la Seguridad del paciente más que una exigencia a todo nivel, es un compromiso con el quehacer profesional y un llamado a la ética durante el ejercicio. Es un escenario destinado al trabajo en equipo, a establecer excelentes canales de comunicación con el paciente y su familia, a construir y mantener procesos de atención detallados y una amplia red de apoyo que garantice soluciones en la prestación del servicio.

“Lo primero es no hacer daño” significa conocer la historia de mi paciente, entender el contexto en el que vive, ofrecerle soluciones dentro del alcance de mis posibilidades, garantizar calidad en los procesos que realizo, comunicar la información asertivamente, realizar siempre una doble verificación de los datos y favorecer que la estancia hospitalaria sea amable y segura, partiendo del reconocimiento de las condiciones de vulnerabilidad en las que se encuentra un niño enfermo.

Por esto y mucho más, nuestro propósito superior es Prestar la MEJOR atención en salud a la población infantil desde el primer contacto visual; desde la bienvenida a este Hospital de puertas abiertas que cuenta con personal altamente calificado no sólo en sus competencias académicas, sino también en calidez y ternura para con todas las familias que confían en nuestras manos la integridad de sus niños y niñas.

¡Tu eres parte del cambio y protagonista del proceso de atención segura!

 Realizado por: Sandra Milena León Ramírez
Enfermera Epidemióloga