Y en casa…¿Cómo debemos guardar los medicamentos?

1. El lugar más adecuado es UN BOTIQUÍN, es decir un espacio pequeño, cerrado, fresco y seco en el cual se almacenan adecuadamente los medicamentos y el material médico (gasas, vendas, curas).

¡Los medicamentos necesitan que los guardemos en un ambiente limpio, seco y fresco!.

2. Evite que los medicamentos estén al alcance los niños. Es muy común dejar inconscientemente medicamentos sobre las mesas, y esto para los niños pequeñitos resulta sumamente atractivo ya que todos los medicamentos son piezas pequeñitas, que hacen sonidos y algunos tienen colores brillantes.

3. No lo cambie de su envase original, conserve todas las etiquetas bien adheridas. No tache o cubra las leyendas impresas en el empaque.

4. El espacio que designe debe ser de un tamaño adecuado que le permita que los frascos permanezcan en posición vertical y bien cerrados.

5. Cierre bien los frascos, luego de usarlos.

6. La información sobre el almacenamiento adecuado de los medicamentos se encuentra al respaldo de los empaques (caja) o en el envase (frasco, ampolla, vial, etc.) donde se encuentra contenido el producto.

7. Cuando el medicamento requiere temperatura ambiente (inferior a 30°C):

  • Protéjalos del calor, la luz directa (Bombillos) y la humedad.
  • La cocina o el baño no son zonas adecuadas para su almacenamiento ya que son lugares húmedos y donde se pueden alcanzar variaciones de temperatura elevadas. Los gabinetes del cuarto de baño tienden a estar calientes y húmedos, un ambiente que acelera el proceso de descomposición de un medicamento. Igualmente, en la cocina la estufa y cualquier otro aparato caliente y el lavaplatos aumentan el calor y la humedad.

 8. Cuando el medicamento requiere una temperatura entre 2ºC y 8ºC, debe guardarse en nevera.

  • Cualquier nevera que tenga refrigerador es útil para el almacenamiento de medicamentos.
  • La zona correcta de almacenamiento es el refrigerador: Generalmente, toda el área ubicada debajo del congelador, preferiblemente ubique los medicamentos en la parte alta del refrigerador, para que los niños pequeños no lo alcancen, o en un lugar donde no sea fácilmente visible para ellos. Evite ponerlos en la puerta de la nevera o en los estantes inferiores, allí la temperatura cambia constantemente. debemos colocarlo en las repisas más altas del refrigerador.Cualquier nevera que tenga refrigerador es útil para el almacenamiento de medicamentos.
  • La zona correcta de almacenamiento es el refrigerador: Generalmente, toda el área ubicada debajo del congelador, preferiblemente ubique los medicamentos en la parte alta del refrigerador, para que los niños pequeños no lo alcancen, o en un lugar donde no sea fácilmente visible para ellos. Evite ponerlos en la puerta de la nevera o en los estantes inferiores, allí la temperatura cambia constantemente. debemos colocarlo en las repisas más altas del refrigerador.
  • Es preferible que la nevera se encuentre bajo sombra y lejos de toda fuente de calor.
  • Mantenga la puerta de la nevera bien cerrada.
  • Identifique los medicamentos con alguna marca o símbolo para evitar confusiones: Preferiblemente, destine un solo espacio donde ubicarlos siempre.

     

  • 9.Un control importante para el almacenamiento de medicamentos en el hogar es aquel referente al buen estado y la caducidad (o vencimiento).

  • Siempre que compre un medicamento verifique que cuenta con una fecha de vencimiento lo suficientemente prolongada para poder consumirlo con seguridad.
  • Verifique que el empaque esté en buenas condiciones y que le permita leer todas las impresiones de manera completa.
  • Por ningún motivo se pueden consumir medicamentos vencidos o visualmente en malas condiciones.

     

    10.Tu Botiquín no es una mini farmacia, debe contener sólo lo necesario: Revisa el Botiquín al menos dos veces al año. Cuando limpie su BOTIQUIN elimine los medicamentos vencidos.

  • Medicamentos que le recetaron hace mucho tiempo y se guarda para ser utilizado por otra persona o en otra ocasión.
  • Medicamentos en mal estado.
  • Medicamentos sin nombre y sin fecha de vencimiento.
  • Tabletas y cápsulas sin envase.
  • Desechar los productos con uso limitado por el médico o el que este indicado en el envase.
  • Evite conservar sobrantes de medicinas (ejemplo; colirios, medicamentos reconstituidos, etc.)

11. Si guardamos medicamentos en casa “por si acaso los volvemos a necesitar”, cuando los queramos utilizar nos podemos equivocar porque:

  • No todos los medicamentos van a servir a todas las personas.
  • Hay enfermedades diferentes con síntomas parecidos.
  • Los medicamentos caducan (se vencen), y dejan de hacer el efecto que se espera.

    Realizado por: Natalia María Agudelo Laverde
    Química Farmacéutica

 

La salud visual en los niños y niñas

    La visión es parte fundamental del desarrollo de los niños y niñas, es a través de este que comienzan a reconocer el ambiente que lo rodea. Cuando el niño nace, aunque las partes del ojo están prácticamente formadas, la visón es deficiente y sólo se va desarrollando con la estimulación y el paso del tiempo.

    El desarrollo de la visión es lento y acompaña cada etapa del desarrollo psicomotor, proceso que comienza desde el nacimiento y acaba más o menos hacía los 8 o 10 años de vida.

    Cualquier alteración ocular en este período, puede dejar una pérdida irreversible de la visión. Por tanto es importante llevar a cabo un permanente control de la visión de los niños y niñas en los primeros 5 años de vida.

    Para este desarrollo es importante:

  • Favorecer el desarrollo visual de los niños y niñas menores de 6 meses mostrándoles objetos de color llamativo y en movimiento.
  • Realizar el primer examen visual al año de edad, o antes si se presenta un problema evidente, esto, igual de importante como aplicarle una vacuna.
  • Realizar un control anual si los niños y/o niñas usan lentes.
  • Tener en cuenta requerimientos alimenticios como vitamina A (leche, hortalizas amarillas, hígado, pescado y yema de huevo).
  • Cocinar y lavar bien los alimentos antes de consumirlos especialmente la carne de cerdo y las hortalizas.
  • Realizar todas las tares con buena iluminación.
  • Ver la televisión a 3 metros de distancia y con la luz encendida.
  • Siempre tener las manos limpias.
  • No permitir que los niños manipulen pólvora, por inofensiva que esta sea.
  • Evita que los niños y/o niñas jueguen con palos, ramas, lápices, tijeras o dardos.
  • Evitar la exposición ocular directa a la luz solar y observación de eclipses.
  • No utilizar medicamentos o sustancias caseras no formuladas por el profesional competente.
  • Se debe tener en cuenta para la realización de exámenes visuales:

  • Si el padre, madre y/o hermanos son ciegos, o con ojos desviados.
  • Si padre, madre y/o hermanos utilizan anteojos permanentes.
  • Si durante el embarazo la mama del niño presento infecciones tipo rubeola, varicela, sarampión, toxoplasmosis o alguna enfermedad de transmisión sexual.
  • Bebes o niños con defectos congénitos en cara, pies o manos pueden igualmente tener defectos oculares en las estructuras internas del ojo.
  • Si los niños y/o niñas fueron prematuros o se encontraron en encubadora
  • Si hay alteración en forma o movimientos oculares.
  • Signos de alarma que pueden evidenciar que existe un problema ocular y/o visual:

  • Al tapar uno de sus ojos el niño y/o niña se incomoda.
  • Movimientos no coordinados cuando le mostramos un objeto y lo movemos de un lado hacía el otro.
  • Reflejo de la luz fuera del centro de la pupila.
  • Uno o ambos párpados se encuentran caídos.
  • Ojos rojos, amarillos o con secreciones purulentas.
  • Opacidades.
  • Diferencia de color.
  • Pupilas irregulares, blanquecinas o no reaccionan a la luz.
  • Si se acerca mucho a la lectura o la Televisión.
  • Si presenta dolores de cabeza después de alguna actividad visual.
  • Si tiene problemas de aprendizaje.

Realizado por: Elena García Bolado
Líder de Planeación y Calidad
Optómetra – Especialista en Cuidado Primario Ocular

Una mirada crítica: “lo primero es no hacer daño”

“Lo primero es no hacer daño”, esa es la premisa universal para el reto que enfrentan los hospitales y clínicas en el tema de Seguridad del Paciente y sin dejar de lado las estadísticas, se estima que en Latinoamérica la relación es de doce eventos adversos por cada 100 pacientes, revelándose con hechos una realidad crítica: los pacientes sufren daños todos los días, en todos los países del mundo durante el proceso de atención en salud.

Es así como la Seguridad del paciente gira en torno a la detección y prevención de cualquier situación que ponga en riesgo la integridad de una persona con necesidades de atención en salud dentro de la institución. Los eventos adversos generan al paciente un daño no intencional, discapacidad e incluso hasta la muerte y pueden ser el resultado de diversas condiciones en común, por ejemplo: dificultades en financiación, estructuras o procesos débiles, errores humanos, oportunidad en la atención, acceso a la información, comunicación inefectiva, etc. Las soluciones a esta problemática están dirigidas al nivel donde se pueda evitar que los errores humanos alcancen al paciente y es en este punto donde cada integrante del personal de salud debe preguntarse ¿Cómo puedo aportar a la atención segura de mi paciente?.

Hoy en día, las soluciones para mejorar la seguridad del paciente requieren aumentar las competencias del personal en atención segura, identificar los riesgos que están latentes en las áreas de trabajo, implementar protocolos propios que potencien la prevención de los eventos adversos, insertar nuevas tecnologías y llevar indicadores de resultados que reflejen la adherencia del equipo a la cultura del Seguridad del Paciente; pero nada de esto funciona sin la participación y el compromiso de cada integrante del equipo de trabajo.

Trabajar por la Seguridad del paciente más que una exigencia a todo nivel, es un compromiso con el quehacer profesional y un llamado a la ética durante el ejercicio. Es un escenario destinado al trabajo en equipo, a establecer excelentes canales de comunicación con el paciente y su familia, a construir y mantener procesos de atención detallados y una amplia red de apoyo que garantice soluciones en la prestación del servicio.

“Lo primero es no hacer daño” significa conocer la historia de mi paciente, entender el contexto en el que vive, ofrecerle soluciones dentro del alcance de mis posibilidades, garantizar calidad en los procesos que realizo, comunicar la información asertivamente, realizar siempre una doble verificación de los datos y favorecer que la estancia hospitalaria sea amable y segura, partiendo del reconocimiento de las condiciones de vulnerabilidad en las que se encuentra un niño enfermo.

Por esto y mucho más, nuestro propósito superior es Prestar la MEJOR atención en salud a la población infantil desde el primer contacto visual; desde la bienvenida a este Hospital de puertas abiertas que cuenta con personal altamente calificado no sólo en sus competencias académicas, sino también en calidez y ternura para con todas las familias que confían en nuestras manos la integridad de sus niños y niñas.

¡Tu eres parte del cambio y protagonista del proceso de atención segura!

 Realizado por: Sandra Milena León Ramírez
Enfermera Epidemióloga